Oct 17

Y también: una película de emoción sonora y una mentira de furries.

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17 de octubre | Nueva York

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El candidato republicano Allan Fung vía Facebook

🎯 Objetivo: Rhode Island

Lo importante. En su propósito por recuperar el control de la Cámara de Representantes, los republicanos tienen como objetivo un escaño que en cualquier otro momento se habría descartado como territorio impracticable para el partido: Rhode Island.

Pero esta vez cuentan con un paladín con posibilidades de victoria, un moderado que podría resucitar al ala moderada del partido.

Contexto. Los republicanos son desde hace un lustro el partido de Donald Trump, pero estados del noreste del país como Rhode Island son bastiones demócratas en los que candidatos excesivamente trumpistas son criptonita para muchos votantes.

Republicanos como los gobernadores Phil Scott en Vermont y Charlie Baker en Massachusetts o la senadora Susan Collins son el mejor ejemplo de ello.
Candidatos a la derecha de ellos tienen pocas posibilidades de victoria en Nueva Inglaterra, como bien demuestran las encuestas recientes de candidatos republicanos al Senado en New Hampshire (Don Bolduc) o a la gubernatura en Massachusetts (Geoff Diehl).

Explícamelo. El segundo distrito congresual de Rhode Island es un escenario perfecto para que los republicanos recuperen terreno perdido con los demócratas.

Por un lado, tanto Joe Biden como el gobernador demócrata del estado, Dan McKee, son tremendamente impopulares en un momento de inflación elevada.
Por otro, el candidato republicano Allan Fung es el arquetipo de candidato moderado idóneo para conquistar un distrito ligeramente competitivo en año de elecciones de medio mandato.
Y finalmente, el candidato demócrata no es titular del escaño y responde al perfil habitual de político de familia pudiente con historial en administraciones demócratas anteriores.

Victorias como la de Fung allanarían el camino a una mayoría republicana en la Cámara de Representantes, paso necesario para que el partido lleve a cabo algunos de sus principales objetivos:

Bloquear la agenda legislativa de Biden.
Iniciar investigaciones contra la administración de Biden para mover los lodos de cara a las elecciones presidenciales de 2024.

⚠️ Recuerda que a los republicanos les basta ganar seis escaños netos para conseguir el control de la Cámara de Representantes, aunque una mayoría pequeña le daría mucho poder a congresistas supuestamente moderados como Fung, que podrían bloquear las iniciativas más partidistas de Kevin McCarthy, líder de los republicanos en la cámara baja.

En esta newsletter, exploramos las candidaturas de la carrera y analizamos los factores que determinarán quién se lleva el escaño —y qué implicaciones podría tener sobre el futuro del ala moderada de los republicanos.

✨ Allan Fung (republicano)

Allan Fung, de 52 años, es un abogado y político estadounidense que estuvo a cargo de la alcaldía de la segunda ciudad más poblada de Rhode Island durante más de una década (2009-2021).

Hijo de inmigrantes chinos, Fung es un republicano moderado que ha sabido ganar la simpatía de sus votantes en un estado sólidamente demócrata.
Sus oponentes demócratas han intentado sin éxito tildarlo como un seguidor extremista del expresidente Donald Trump.
Fung cree que su rechazo a esa etiqueta es la razón por la que podría convertirse en el primer republicano electo en el Congreso por Rhode Island en décadas.

En la medida en que Fung se ha ido consolidando como un tipo relativamente agradable que hizo un buen trabajo en la alcaldía de Cranston, algunos demócratas han reconocido en él un digno rival.

“El oponente de Magaziner es un oponente de calidad [...] Creo que Magaziner va a vencerlo. Pero [Fung es] alcalde de una ciudad, es bastante popular. No es un extremista.”, dijo Steny Hoyer, líder de la mayoría demócrata en la Cámara de Representantes.

Fung se encuentra entre un pequeño grupo de centristas que buscan revivir la representación congresual republicana de la región de Nueva Inglaterra, tradicionalmente azul.

Para ello, rechazan en gran medida el conservadurismo social y están apostando por mensajes sobre las preocupaciones económicas de la población, especialmente la inflación.
También se están alejando de la narrativa extremista de Trump aunque, en el caso de Fung, sin dejar de reconocer los aciertos económicos que tuvo su gestión.

De ser elegido, Fung ha dicho que intentará “detener el gasto descontrolado” en Washington y promover la independencia energética del país, aumentando la producción nacional de gas y petróleo.

En esta línea, Fung apoyó la Ley bipartidista CHIPS and Science cuyo objetivo es aumentar la producción nacional de semiconductores para hacer a Estados Unidos más competitivo frente a China en el mercado tecnológico mundial.
También señaló que considera “de suma importancia” que Estados Unidos rehabilite su infraestructura con miras a la fortaleza económica a largo plazo.

💰 Seth Magaziner (demócrata)

Hijo de Ira Magaziner, un destacado asesor del expresidente Bill Clinton, Seth Magaziner tuvo una temprana relación con la vida política. Sin embargo, no siguió inmediatamente los pasos de su padre.

Primero trabajó como maestro de una escuela pública en Luisiana.
Tras el huracán Katrina, vio cómo las familias de sus alumnos luchaban con las consecuencias de las tormentas y de la crisis financiera en 2008.

“Fue esa experiencia la que me hizo pensar que algún día podría querer postularme para un cargo, para tratar de crear algún cambio estructural que pudiera facilitar la vida de familias como las de mis estudiantes”, dijo Magaziner.

Magazine fue elegido Tesorero General de Rhode Island en 2014, a los 30 años. En el ejercicio de su cargo ha promovido iniciativas relacionadas con el desarrollo de infraestructura verde, así como demandas para empresas que dañan el medioambiente.

En materia de derechos sociales, Magaziner se apega a la agenda demócrata: está en contra de las restricciones de acceso al aborto, apoya medidas de seguridad de armas como la legislación de bandera roja y normativas federales para proteger los procesos electorales.
Estos puntos encuentran sus diferencias con lo defendido por el candidato republicano, algo que Magaziner se ha esforzado en señalar casi tanto como el hecho de que Fung no sería tan centrista como parece.

“Mi oponente puede llamarse a sí mismo como quiera. Pero también ha dejado en claro que está preparado para habilitar algunos de los elementos más extremos de la política estadounidense. Eso no solo está mal, es peligroso”, dijo Magaziner para referirse al apoyo que está recibiendo Fung de figuras republicanas nacionales (y trumpistas) como el líder de la minoría de la Cámara Kevin McCarthy, quien organizó una recaudación de fondos para Fung en el estado este pasado agosto.

📊 Quién ganará

La carrera de Rhode Island es la única en la que los republicanos tienen posibilidades reales de victoria en lo que ha sido un bastión demócrata desde principios de los 90. El distrito 2 se caracteriza por:

Un alto porcentaje de población blanca de clase trabajadora y clase media con una importante tradición católica —contrario al resto del país, con más índice de protestantismo.
Zonas muy demócratas en los suburbs de la ciudad de Providence, la más grande del estado, y las localidades costeras, donde por cierto hay pueblos muy bonitos como Newport.

La población blanca de clase trabajadora, pese a tener tradición de voto demócrata prosindicalista, ha ido virando hacia la derecha en los últimos años.

Y en parte es porque sus representantes políticos demócratas, especialmente en Rhode Island, responden cada vez más al arquetipo de político de clase alta con expediente académico inmaculado, carrera política temprana y familia con vínculos al partido.
No ayuda que figuras como Barack Obama, Hillary Clinton o Joe Biden hayan liderado el partido en los últimos años, todos ricos de las élites que, o bien tenían dinero de antes o bien lo han amasado con su carrera política.
Ni tampoco que Gina Raimondo, que aceptó abandonar la gubernatura de Rhode Island para ser Secretaria de Comercio, saliera del estado con cifras de popularidad bastante bajas —y dejara un gobernador que tampoco las ha mejorado mucho.

Por eso tiene sentido que los demócratas dependan ahora en gran parte de los votantes blancos de Providence y la costa para ganar esta carrera.

De un lado, son votantes que si algún día los tuvo el partido republicano es posible que ya los hayan perdido para siempre, al menos en lo que respecta a elecciones a cargos federales.
Y del otro, esos votantes vienen de la herencia católica comentada y que en Nueva Inglaterra se traduce en un profundo sentimiento proabortista, la clase de referencia que ningún republicano quiere escuchar ahora mismo con motivo de la decisión del Supremo sobre Roe v. Wade.

Las encuestas apuntan que Fung aventaja a su rival demócrata, aunque todavía hay muchos indecisos que probablemente tengan una mayor tendencia a decantarse por Magaziner en el tramo final del ciclo. Pero dos apuntes sobre eso:

La campaña de Magaziner puede acabar metiendo la pata a juzgar por los ataques que él y sus aliados están lanzando contra Fung, cuya popularidad y afabilidad le hacen un objetivo difícil a la hora de tildarlo de extremista.
Recuerda un poco a lo que Terry McAuliffe intentó hacer con Glenn Youngkin en Virginia el año pasado. Y no es que aquello les saliera demasiado bien a los demócratas.

Rhode Island podría ofrecer un ejemplo de cómo los republicanos pueden aspirar a conquistar escaños que en las últimas décadas se les han hecho muy cuesta arriba.

Gran parte de ese éxito depende de lo que signifique la marca del partido conservador en uno, dos o cuatro años, pues Trump es una pegatina demasiado tóxica incluso para candidatos tan bien elegidos como Fung.
De la misma forma, una derrota puede ser la llamada de atención definitiva para que los demócratas dejen de nominar al mismo tipo de candidato una y otra vez, aunque tampoco es como que hayan aprendido mucho de los últimos ciclos electorales.

¿Desea saber más? En la revista conservadora National Review tienen un buen enfoque sobre el sueño moderado que representa Fung entre los republicanos. En POLITICO también tienen un buen complemento sobre el proyecto centrista en Nueva Inglaterra.

🎬 Una recomendación

Con la colaboración de Filmin
Por Emilio Doménech

Upstream color es una película estadounidense de 2013 dirigida por Shane Carruth. Sigue la historia de un hombre y una mujer que descubren ser víctimas del mismo extraño experimento, y de cómo desentrañan el misterio que ha desbaratado sus vidas.

El filme es la segunda película de Carruth y fue un éxito en el Festival de cine independiente de Sundance, tras el que se convirtió en una película sci-fi de culto.
Los protagonistas son Amy Seimetz y el propio Carruth, que dirige, escribe el guion, compone la música, opera la fotografía y monta la película.

(Traigo a colación Upstream Color porque justo ahora se está celebrando el Festival de Sitges en el que la película hizo su desembarco en España).

Upstream Color empieza como una propuesta sci-fi en la que lo importante es resolver las incógnitas de lo que le ha sucedido a los personajes. Y aunque ese thriller sea críptico, lo cierto es que Carruth consigue pegarte a la pantalla porque acomete logros en otros frentes.

¿Cómo? Proponiendo una inmersión total tanto en lo visual como en lo sonoro, que suele ser un aspecto menos notable en el cine independiente.
De hecho, y salvo que tengas un home cinema de aúpa, recomiendo encarecidamente que la veas con auriculares puestos.

El filme está repleto de enigmas y escenas difíciles de explicar, pero es entre cerdos, larvas y conexiones con el entorno natural que Carruth consigue hipnotizarnos para después juntar a los dos protagonistas en su épica historia de amor —acertadamente comparada con el cine de Terrence Malick por muchos de los que la experimentan por primera vez.

Imprescindible.

Upstream Color está disponible en Filmin.

Imagen creada por DALL-E con la descripción ‘a photo of a classroom, every kid is on their seats, but one of them is dressed as a cat furry, diorama’

🐱 ¿Cosa de furries?

Por Emilio Doménech

Lo importante. Multitud de voceros y políticos de la derecha en Estados Unidos llevan meses propagando una leyenda urbana que señala cómo algunos distritos escolares están normalizando que haya niños que pueden ir como furries al colegio.

Uno de los focos es señalar que algunas escuelas incluso han puesto cajas de arena en las aulas por si hay niños que se identifican como gatos que necesitan ir a mear.

Y sí, me gustaría estar de coña, pero es tal cual.

Jon Kipper @jonnykip21

A floor speech from Nebraska State Senator Bruce Bostelman that "is about something called furries." Just gonna leave this here:

Explícamelo. La leyenda urbana sobre las cajas de arena parece tener su origen en un rumor que se viralizó el año pasado en un distrito escolar de Canadá, pero la derecha está aprovechándolo para retratar los supuestos excesos del wokeismo y de la comunidad LGBTQ.

A primera vista, señalan que la nueva sociedad woke está legitimando que haya niños identificándose como animales y que se les permita comportarse como tal, supuestamente llegando a exigir expresarse solo con ladridos o tener cajas de arena en clase para poder mear.
La realidad es que desde la derecha solo pretenden atentar contra los logros de la comunidad LGBTQ+, sobre todo conforme se ha hecho más común que haya menores que se sientan más seguros para hacer pública su orientación sexual o su identidad de género.

Y luego tienes a gente como Joe Rogan, el tipo con el podcast más popular del país, propagando la misma leyenda sin ser capaz de ofrecer pruebas reales de su origen:

1776 Project Pac @1776ProjectPac

Joe Rogan just said that he knows a teacher whose school installed a litter box in the girl’s bathroom because a student identifies as a cat and her mother badgered the school until they did it.

Los ejemplos de políticos que se están haciendo eco de la leyenda urbana son numerosos. NBC News ha contado a decenas de ellos a lo largo del país. Y eso que ni siquiera la propia comunidad furry pone cajas de arena en sus (muy habituales) convenciones.

Los rumores infundados se han hecho especialmente virales en las redes donde este tipo de acusaciones sensacionalistas tienen más recorrido como TikTok y Facebook.
Facebook es la plataforma más habitual para este tipo de leyendas que se propagan como fuego valirio entre grupos de padres locales.
Además, no es necesario que una sola publicación se haga superviral. Como apuntó hace unos meses Ryan Broderick en su newsletter, sobra con que miles de cuentas compartan el mismo tipo de contenido para que su alcance se dispare.

Libs of TikTok @libsoftiktok

INSANE: Multiple parents have come forward with information on @WaunakeeCSD’s “furry protocol.” The school reportedly lets students identify and act like furries. I called the school and they immediately got hostile and refused to answer if they indeed have a furry policy.

¿Y ahora? Las mentiras de este tipo tienen un doble propósito:

Legitimar los discursos anti-LGBTQ en un contexto de proyectos legislativos estatales que ya están intentando quitar derechos a la comunidad, especialmente en lo que respecta a niños y escuelas.
Envenenar el debate público con una cantidad ingente de mentiras extravagantes que hagan imposible decidir qué es real de qué no lo es y acabar perdiendo interés en participar en nada.

A más gente pierda el interés en estar al tanto de lo que pasa en sus distritos escolares y carreras congresuales, más hueco tendrán los extremistas para ganar elecciones y aprobar leyes que roben derechos a las comunidades históricamente discriminadas.

En otro orden de cosas, vuelve Lunes por el mundo con titulares desde el congreso comunista de China, la guerra de Ucrania, tragedia en Gambia, crimen en Cisjordania y un acuerdo histórico entre Líbano e Israel.